ZAPATILLAS CHAVITO

¿Quién no se ha puesto alguna vez aquel modelo de zapatilla?, muchos dirán son las zapatillas perfectas, las más cómodas y prácticas. De diversos colores y tamaños, pueden ser chatas, botines o altas como botas hasta la rodilla, Las zapatillas guerreras o chavito son un modelo que jamás pasará de moda.

Las encontramos a grandes precios como Converse All Star, a menos precio en north star, y mucho más cómodas en la marca Venus o tigre, entre otras. Este modelo de zapatilla te identifica de acuerdo al color o la combinación que le des, muchos de nosotros hemos usado estas zapatillas con jean, leguis, falda, short, con saco o  sin saco, camisa, blusa, entre muchas otras combinaciones incluso cambiando los pasadores. Puedes usarlas en cualquier época del año, te acompañan de día o de noche, en verano e invierno, son tan prácticas que cuando tienes una, las usas tanto que las demás zapatillas o zapatos si tuvieran sentimientos, tendrían celos de ver el afecto que le tienes.

Para chicos, grandes, señoritas, jóvenes, no discrimina edad ni género. Este modelo de zapatilla nace aproximadamente en el año 1908, el fabricante de zapatos de caucho Marquis Mills Converse, abre su primera fábrica en Malden Massachusetts. Los primeros diseños eran cómodos sencillos y así pronto ganaron seguidores, una década después comienza el verdadero boom al incluir la lona, con el tiempo se hizo más resistente y lo usaron para deportes, en especial el baloncesto quien lo adopto como sus zapatos oficiales.

Hoy este modelo de zapatilla al que yo lo identifico como «chavito», es muy comercial en muchos lugares a nivel mundial, en el Perú vemos diversos modelos con aplicaciones, estrellas, escarcha, letras, estampados, bordados, pero a pesar de los años y generaciones no pierde su forma.

Recuerdo haber usado este modelo de zapatillas desde los tres años, mi primer par fue rojo, y hasta hace poco tenía unas plomas que a pesar de lo viejita que estaban las usaba. ¿Y quién no lo haría?, lo especial de estas zapatillas para mi es que a pesar de estar cochinitas y rotitas, se puede deducir al verlas que las usas mucho, las quieres y eres un caminante a todo dar. Tuve unas guindas, negras, verdes y blancas. Quizá pasen cinco años más y haré como si fuera futbolista “colgar los chimpunes”, pero pensándolo bien jamás colgaré mis «chavitos»,  y… ¿tu lo harás?